Dicen que las aves de rapiña merodean estos pagos.
El águila rasante nos sobrevolaba siguiendo su línea, inalterada.
(Dicen que si no se sienten atacadas; no atacan. Como todos)
De pronto nos revoloteron gaviotas furiosas.
Volaban dibujando rápidamente círculos de radio corto.
Se nos acercaban exaltadas dando vueltas.
Atacarían en cualquier momento, estábamos a su merced.
¿Quién dijo que las gaviotas no son salvajes?
Pero se alejaron.
Temblando, nos dimos cuenta de que seguíamos vivos.
¿Qué podría haber provocado la ira de una gaviota?
Pasamos muy cerca de los pichones.
¿Es un águila?
Nunca había visto águilas en la playas.
(Gaviotas, pero no águilas).
Es solo un hombre que remonta una cometa con forma de pajarraco.
Anna Donner Rybak © 2012